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Impuesto a vehículos por contaminación y gravamen al carbón, entre tributos verdes

El segundo título de la reforma tributaria se llama “Equidad en la redistribución de cargas ambientales” e incluye varios instrumentos para la reducción de la vulnerabilidad ante el cambio climático y la contaminación, denominados impuestos verdes.

En primer lugar, se propone la creación del Fondo de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible (Fonclima), que tendrá como objetivo articular, focalizar y financiar la ejecución de planes, programas y proyectos orientados a la mitigación y adaptación al cambio climático.

Además, se modifica el impuesto al carbono para incluir en el carbón térmico y el gas, en el que los sujetos pasivos y responsables del impuesto son quienes lo adquieran o utilicen para consumo propio dentro del territorio nacional. Para liquidar el impuesto, la tarifa será de $41.861 por tonelada, se establece que el tributo no se causará en la exportación, y se plantea una aplicación gradual, desde 0% de la tarifa en 2022 y 2023, hasta tarifa plena en 2028.

“Nos preocupa el sector eléctrico desde le punto de vista de competitividad, no solo por el impuesto al CO2 que se incluye para la generación a carbón y gas natural, si no desde lado de la demanda, en los estratos 4,5, 6, comercial e industrial, con la incorporación del IVA. Los dos aumentarán las tarifas para los usuarios”, dijo el presidente de Andeg, Alejandro Castañeda.

En la misma línea el presidente de Fenalcarbón, Carlos Cante, dijo: “la propuesta de gravar el carbón con el impuesto al carbono, a pesar de la gradualidad, es un impuesto antitécnico que grava su consumo y no las emisiones generadas en la combustión, lo que para nada contribuye a las metas de cambio climático porque no genera incentivos para la transformación tecnológica y, por el contrario, si afecta la formalidad y el empleo de la pequeña y mediana minería del interior del país”.

Por otra parte, se crea el impuesto sobre plásticos de un solo uso utilizados para envasar, embalar o empacar bienes. La base gravable del impuesto será el peso en gramos del envase, y la tarifa de 0,00005 UVT por cada gramo del empaque. En esa línea similar, se gravarán los plaguicidas con el impuesto al consumo.

También, se crea el impuesto nacional a los vehículos, que reemplaza el impuesto sobre vehículos automotores y el de rodamiento a los de servicio público. La base gravable tendrá dos componentes: el valor comercial del vehículo y su factor de contaminación. También, se autoriza la instalación de peajes en las ciudades capitales como fuente de financiación de la infraestructura de movilidad.

Por otra parte, se crea Fonenergía, un fondo que entraría a sustituir: Programa de Normalización de Redes Eléctricas (Prone), Fondo de Apoyo para la Energización de las Zonas Rurales Interconectadas (Faer), Fondo de Apoyo para la Energización de las Zonas no Interconectadas (Fazni) y Fondo Especial Cuota de Fomento de Gas Natural (Fcffgn).

Fuente: La Republica